miércoles, 1 de febrero de 2012

Como representar sangre

Para representar sangre en nuestras miniaturas tenemos varias opciones, las dos mas comunes y las usadas en mis trabajos son la sangre fresca y la sangre seca, a continuación comento como trato este elemento, y las dos maneras que uso para representarla.

Sangre fresca:
Lo que mejor me funciona a mi para este caso es una mezcla de rojo sangre y un poco de negro, por decir algo 80-20 o 70-30, y con esta mezcla cubrir las zonas más voluminosas, como heridas expuestas, garras y/o dientes, etc... Una vez hecho este primer paso añadimos tintas roja y negra, (mismas proporciones), y barniz brillante (o en su defecto médium brillo, satinado, etc...). Volvemos a cubrir las zonas pintadas en el primer paso y pasamos a realizar los salpicones, donde tenemos varias opciones. Podemos realizarlos a mano, pero es importante seguir un estricto orden direccional, usar el sentido común y realizar las salpicaduras en la dirección correcta. También tenemos la opción de "salpicar" directamente sobre la miniatura, opción peligrosa pero bien realizada la más realista de las posibles. Para ello sería interesante enmascarar las zonas que no deseamos que queden salpicadas, recomiendo la cinta de Tamiya para esto. El paso de salpicar puede hacerse ejerciendo palanca sobre un pincel de cerdas largas, aunque con la práctica y tras varios experimentos lo que más uso es un cepillo de dientes recortado. Esporádicamente también me arriesgo con una opción que me enseño un buen amigo alemán, que consiste en recargar el pincel de pintura y soplar hacia donde se quiera la salpicadura, aunque es difícil de explicar con palabras y algo alocado de realizar, bien ejecutado el resultado es increíble, funciona especialmente bien con filos de armas. Se necesitan muchos enfados para llegar a dominar esto último, ya que necesitas recargar el pincel lo justo y necesario y el soplido debe ser corto, fuerte y seco, de lo contrario.... Recomiendo realizar varias pruebas antes de arriesgarse con cualquiera de estas dos últimas opciones.


Sangre seca:
Para este caso la mezcla debe ser más oscura, con mayor cantidad de negro y debe evitarse el brillo, poco
característico para esta opción. Nos saltaríamos los pasos de las tintas y el barniz para ello, y lo mejor es que el negro sea mate, o en su defecto añadir médium mate a la mezcla, cuya proporción debería ser rojo sangre-negro mate 50-50. La sangre seca se concentra en coágulos, así que normalmente no deberíamos excedernos con las salpicaduras, y como no es necesaria mucha cantidad de estas podemos realizarlas a mano en un sentido aleatorio. También es interesante parase a pensar en cómo ha podido influir el entorno, la mugre se mezcla con los coágulos de sangre y podemos añadir marrones a la mezcla para potenciar esto. Por mi experiencia lo que mejor me va es usar la técnica del punteo a la hora de representar sangre seca, puedo jugar con más o menos rojo, negro, marrón... para dar distintos matices dentro de la sangre. Por último sería interesante comentar que la disolución de la pintura no debería ser excesiva, la justa para que no cubra detalles pero sin pasarse de diluido, porque queremos que el efecto sea algo empastado y no tan liquido, ahí la diferencia según mi opinión entre seca y fresca.

Saludos y felices desangramientos!! :)

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