Así estamos acostumbrados a ver esta raza del mundo de warhammer y de ahí que la mayoría de pintores elijan sus esquemas de color en sus miniaturas con
Lejos de esa base, decidí arriesgarme por algo nuevo. Después de hacerme con una caja de gélidos, opté por una pintura más exótica, inspirándome en algunos reptiles reales que lucen pieles realmente sorprendentes en cuanto a colores.
La miniatura es de gran calidad en cuanto a detalles, sólo tuve que retocar un par de cosas en cuanto a montaje, que fueron invertir las armas y esculpir el pelo al jinete. El terreno está construido con cortezas de árbol, ramitas secas y distintos tipos de césped y arenas artificiales. Todos los colores utilizados son de la gama Vallejo Model Color y Citadel.
En la pintura del gélido empecé con una base, una luz y una sombra aplicadas a aerógrafo. Para las zonas carnosas utilicé verde goblin y marrón bubónico. Una vez conseguí una base homogénea, añadí un poco de amarillo y hueso a la mezcla y lo apliqué sobre los planos más expuestos a la luz. Para la sombra marrón quemado y verde ángeles oscuros añadidos en poca cantidad a la base. En las zonas escamosas empiezo con una base de carne oscura, una subida de luz con naranja y amarillo y una sombra con carne oscura y un poco de verde ángeles oscuros. Elegí el rojo y el verde porque son colores complementarios y así me ayuda a diferenciar las respectivas zonas. Hecho esto, dejo el aerógrafo y paso al trabajo a pincel.
Voy trabajando sobre las dos zonas a la vez, porque así voy viendo como toma forma en conjunto. En las zonas escamosas aplico matices de color sobre la anatomía del gélido, es decir, aplico luces con rojos, naranjas y amarillos sobre las zonas más expuestas de cada músculo sin preocuparme de la textura que forman las escamas, eso lo dejaré para más adelante, a las sombras añado violetas y azules al tono base. En las zonas carnosas, amarillo limón en las luces y verde marina para las sombras. Este es un proceso de iluminación y sombreado general, para dar intensidad a las luces y profundidad a las sombras que había dejado marcadas previamente con aerógrafo. Para conseguir este efecto voy velando efectuando la trazada del pincel hacia la máxima exposición de luz o sombra, según cada zona. Una vez los planos ya están bien diferenciados y la anatomía del gélido va cobrando vida paso a incluir tonos intermedios...
Aquí dejé volar mi imaginación, jugué mucho con la temperatura del color, creando un contraste entre tonos fríos y cálidos. Para ello, en las escamas utilicé azul mate, magenta, rojo sangre, amarillo limón y verde marina, según cada zona fui mezclando algunos de estos colores entre si, o aplicándolos puros, siempre a modo de veladuras muy diluidas, con más o menos insistencia.
En las partes carnosas, siguiendo el mismo procedimiento, utilicé verde ángeles oscuros, azul mate, verde
Para acabar, las telas del jinete están hechas con un púrpura fruto de la mezcla de verde marina y magenta,
iluminado con carne base y más verde marina en las sombras.
El terreno está hecho con óleos sobre una base previa de aerógrafo, es muy simple y rápido de hacer gracias a la concentración de pigmento del óleo. Es importante que el óleo sea de buena calidad o el acabado que nos quedará será totalmente satinado, yo los que usé son de Winsor & Newton y de momento estoy muy satisfecho con ellos. Unos cuantos puntitos violetas, rojos y amarillos nos crearán la sensación de pequeñas florecitas y nos aportará un poco más de realismo a la escena.
Y esto es todo, espero que os haya gustado el resultado, por mi parte es una de las miniaturas que más he disfrutado pintando, simplemente porque di rienda suelta a mi imaginación y de vez en cuando hay que romper la monotonía y salirse de los esquemas.
Saludos y gracias por vuestra lectura. Recordad mantener los pinceles limpios! :)
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